De la perfecta comunión entre el cine independiente más reflexivo – en constante búsqueda de nuevos y audaces códigos narrativos- y la provocadora mirada de una ciencia ficción que traspasa siempre los límites de lo concebible, ha nacido un subgénero especulativo más conceptual, contemplativo y sobre todo muy creativo; que debe su excelente acogida por parte del público a la inmensa plasticidad de su formato y a la reinvención del llamado “cine de autor”.
Así, huyendo de prohibitivos presupuestos, el nuevo cine fantástico indie se apoya fundamentalmente en guiones imaginativos, explorando insólitos lenguajes visuales -casi metafóricos- que no requieren de grandes efectos especiales para conseguir esa sensación de escapismo que caracteriza esencialmente a la sci fi .
Coherence (James Ward Byrkit, 2013) es la muestra perfecta de ese ingenio, capaz de desconcertar al espectador sin más armas que un brillante laberinto argumental. El ejemplo más adecuado para hablar de esa introspección que parece empapar a un género hasta ahora demasiado ruidoso. Temas como la frustración, el miedo, los celos, la venganza o el egoísmo están presentes en una cinta extremadamente efectiva que juega con los giros inesperados, con el ritmo y con el realismo que siempre imprime la cámara en mano.
Tan intrigante y dinámica como Coherence es The signal (William Eubank, 2014), que sin embargo se aleja formalmente del tono intimista de la primera para acercarse al thriller más intenso, relatando la historia de tres jóvenes que son secuestrados por un misterioso hacker al que pretenden desenmascarar. Aquí el factor sorpresa, la naturalidad y la originalidad son sustituidos por una creciente tensión contenida que maneja muy bien los tiempos, dosificando perfectamente el suspense en un tramo final apocalíptico que, a pesar de los encomiables esfuerzos, resulta bastante predecible.
Mucho más romántico es el punto de partida de la última película de Mike Cahills, director de la genuina Another Earth: I Origins (2014), donde las antagónicas teorías creacionistas y los argumentos más espirituales parecen haberse propuesto desestabilizar al espectador más escéptico. Interesantísimo planteamiento inicial que se vale de múltiples y acertadas metáforas; y que presume, además, de una extensísima documentación científica… pero que sin embargo no alcanza la profundidad filosófica que precisa.
Muy en esa línea, sensible y delicada, que impregna el trabajo de Cahills llega también en este 2014 la historia de dos seres humanos conectados telepáticamente desde la infancia: In your eyes es una sencillísima obra cargada de encanto, que encuentra sus mayores aciertos en unos magníficos diálogos y en una siempre adorable Zoe Kazan.
Desde una perspectiva mucho más crítica The Double (Richard Ayoade, 2013) adquiere la forma de una moderna reconvención de la secular fábula adoctrinadora, donde los personajes no son más que piezas automatizadas de una sociedad insensible, impersonal, rutinaria y solitaria. La inteligentísima dirección se apoya en constantes golpes de humor negro para hablar de una tortuosa dualidad kafkiana y en una puesta en escena decididamente teatralizada que recuerda muy mucho a los trabajos de Terry Gilliam.
Especialmente controvertida es la historia de esta misteriosa alienígena que se alimenta de víctimas humanas débiles, que no frágiles, y que dibuja un panorama tan gélido como desolador… Under the skin (Jonathan Glazer, 2013) muestra un horizonte desesperanzador precisamente por negligente e intrascendente. Abstracta, cutivadora y profunda: una cinta absolutamente críptica no apta para todos los públicos.
De la ópera prima del hijo de David Cronenberg, Antiviral (Brandon Cronenberg, 2012), podemos destacar la original combinación de diferentes géneros (desde el thriller futurista al drama existencial, pasando por la más ácida crítica a una sociedad enferma de frivolidad y por un toque gore-terrorífico) dando como resultado un intenso guión que encuentra su punto de contraste en la extrema austeridad de su diseño.
La lista es larga… Her y su pesimista visión del devenir de las relaciones interpersonales, el polémico humor de la surrealista Realité, el peculiar western futurista dividido en 3 actos que viene a significar Young Ones… pero todas tienen en común la sencillez de su envoltorio en favor de un discurso más introspectivo – de un mensaje más reflexivo- que evita encasillarse en géneros encorsetados y que apuesta por una libertad formal plena.
- Estreno: 2013
- Género:
- Quien a hierro mata - 4 septiembre, 2019
- Wildlife: la vida se mide en rupturas. - 16 enero, 2019
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17 diciembre, 2014
Genial articulo, gracias por la información pintan todas genial, sencillas pero con argumentos originales tipo primer o memento, mi estilo de peliculas favorito
17 diciembre, 2014
por cierto, recomiendo «Los cronocrimenes» de Nacho Vigalondo
25 diciembre, 2014
Muy buena recomendación! Gracias de nuevo ^^
25 diciembre, 2014
Muchísimas gracias 🙂 Espero de verdad que las disfrutes 🙂
18 diciembre, 2014
Genial artículo, ya tengo lista sci-fi para este fin de semana. Leyendo el post pensé en películas como Moon o the Man from Earth que creo que serían de un perfil parecido por lo menos en la temática que da título al artículo.
Cuando vea las películas me vuelvo a comentar!
25 diciembre, 2014
Mil gracias 🙂
25 diciembre, 2014
Os recomiendo esta también:
The Man from Earth
Un día, un hombre se despide de sus amigos y les revela un secreto increíble: que es un ser prehistórico que lleva vivo 14.000 años.
https://es.tviso.com/media/movie/7649/the-man-from-earth
¡Brutal!
25 diciembre, 2014
Totalmente! The man from the Earth encajaría perfectamente en esta lista. Muchas gracias ^^